jueves, 3 de octubre de 2013

Déjame contarte un cuento.




Cuenta que una vez se reunieron todos los sentimientos y cualidades del hombre.

Cuando el Aburrimiento había bostezado ya por tercera vez, la Locura propuso un juego, el escondite ¿Lo conoces? La Intriga levanto las cejas y, la curiosidad, sin poder contenerse preguntó:
¿Como se juega al escondite?

El Entusiasmo bailó seguido de la Euforia. La Alegría dio tantos saltos que termino convenciendo a la Duda y a la Apatía, que nunca se interesaba con nada.

1...2...3... La Locura empezó a contar.

La primera en esconderse fue la Pereza, que, como siempre, cayó detrás de la primera piedra.
La Fe subió al cielo y la Envidia se escondió detrás de la sombra del Triunfo que, consiguió subirse a la mas alta copa del mas alto árbol con su propio esfuerzo.

La Generosidad casi no se esconde, porque todos los lugares que veía era perfecto para sus amigos, si veía un lago cristalino, ideal para la Belleza, si era la copa del árbol, perfecto para la Timidez, si era una ráfaga de viento, ideal para la Libertad.

El Egoísmo, se ocultó en un lugar bueno desde el principio, ventilado, cómodo, pero solo para él. La Mentira detrás del arcoiris; mientras que la Pasión y el Deseo, en el interior de los volcanes.

Cuando la Locura terminaba de contar, el Amor, no había encontrado aun un lugar para esconderse, pues todos ya estaban ocupados...hasta que encontró un rosal y, cariñosamente, decidió esconderse entre sus flores.

48...49...50 Finalizó la Locura, y la primera en aparecer fue la Prisa, apenas a tres paso de una piedra. Sintió vibrar al Deseo y a la Pasión en el interior de los volcanes...

En un descuido descubrió a la Envidia, y claro, supo deducir donde estaba el Triunfo. Al Egoísmo no tuvo ni que buscarlo, el solo salió de su escondite, que en verdad era una colmena.

De tanto caminar sintió sed y, al aproximarse a un lago cristalino, descubrió a la Belleza. La Duda fue mas fácil de encontrar, estaba sentada en un tronco, aun pensando donde esconderse. Y así fue encontrándolos a todos, al Talento, a la Angustia... pero el Amor no aparecía en ningún lugar.

La Locura lo buscó por todo el mundo, y, cuando pensó que todo estaba acabado, encontró un rosal, y comenzó a mover sus ramas. Entonces escuchó un grito. Había herido al Amor en los ojos.

La Locura no sabia que hacer para disculparse, lloró, rezó, imploró... y pidió perdón prometiendole ser su guía para siempre.

Es por eso que desde entonces el Amor es ciego y la Locura siempre le acompaña.

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