jueves, 23 de mayo de 2013

Déjame amarte.





¿Qué es esto?
¿Qué es lo que palpita aquí, en mi lado izquierdo del pecho?
¿Que tengo en ese lugar que no me hace vivir?

Mierda de corazón, mierda de los sentimientos que se recuestan en él. Maldita es la sensación esta de vacío que tengo dentro de mí.

Escuchando una canción te observé, muy tímidamente para quedarme con tu rostro. Un rostro que no se porqué, ahora, lo veo por todos los lados de la calle, de la parada de bus en la cual nos bajamos los dos sin saber que vivimos cerca el uno del otro.

Te empecé a ver mas por todos los lugares en donde frecuentaba, no se si es porque te diste cuenta, al igual que yo, de nuestra propia existencia. Te observé cuándo te montaste al lado mía en el bus, pero ninguno nos dirigimos la palabra. No se si será por vergüenza o timidez. Espero que sea lo segundo.

Me di cuenta que estabas en los mismos lugares que yo, incluso en una biblioteca. Nos reímos  pero ninguno de los dos tuvimos el coraje de preguntarnos como nos llamamos. Pero si de observarnos, de vernos con mas tranquilidad, de saber yo, que tienes los ojos negros azabache, el pelo largo como si de un rió fuera, una sonrisa que ilumina la sala entera, unas mejillas que gritan: "Bésame". Te diste cuenta de como te miraba, pero tu no te cortabas en hacer lo mismo. ¿Porqué ninguno nos atrevíamos a dar el primer paso? Solo saludarnos.

Me iba todos los días (y aun me voy) a esa sala de estudios y rezando de que estuvieras; y me decia a mi mismo: " Pedro, puedes. Salúdale"... Pero yo, no le saludo. No le digo nada "El se estará dando cuenta" pensaba yo.

Todos los días me presento en esa sala a las 11 de la noche y espero hasta las 5 para verte, aunque sea, con eso me basta. Aparecías esos momentos y me sonreías me mirabas... pero idiota de mi no decia nunca nada. Se creerá que no quiero hacerlo.

El me saludó hoy. El corazón se me volcó.

A lo mejor soy solo un estudiante mas que va a esa sala de estudio a la misma hora que el para eso, estudiar. Nunca lo sabrá. No me adentraré a decirle nada, ya que me da miedo que entonces no lo vuelva a ver. Este será el pequeño secreto que solo lo sabrá mi silla, mi lugar de la sala de estudios.

Nunca lo sabrá el. No se lo diré. Será algo que nunca ocurrió.

Lo mas seguro que me pierda una oportunidad, y que está sea la ultima parada de aquel tren que cargado de amor iba...pero prefiero dejarlo pasar antes de entrar en el vagón y aparecer en un túnel oscuro del cual no encontraré salida.


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